sábado, 2 de octubre de 2010

Renuncia el jefe de policía y la calma vuelve a Quito


EL GOBIERNO DE CORREA DECLARÓ TRES DÍAS DE DUELO POR LOS TRES MUERTOS EN LA REVUELTA

INTERNACIONAL.

Agencias
Quito

El jefe de la Policía de Ecuador, Freddy Martínez, renunció ayer a su cargo, mientras se normaliza la situación en el país después de que agentes sublevados mantuvieran retenido casi un día entero al jefe de Estado, Rafael Correa.

Entre tanto, el gobierno decretó tres días de duelo nacional por las muertes en la crisis que estalló ayer, tras las protestas de policías de tropa en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales, al tiempo que se anunció el nombramiento del nuevo comandante general de la Policía.

Martínez había intentado calmar los ánimos durante la jornada, en la que una protesta por parte de policías de tropa por un proyecto de ley que les reduce los beneficios salariales derivó en un intento de golpe de Estado, a juicio del Gobierno.

Pese a sus esfuerzos del día anterior, el jefe policial presentó su renuncia, que debe ser aceptada por Correa para que entre en vigor, porque “un comandante irrespetado, maltratado, agredido por sus subalternos no puede quedarse al frente de ellos”, según dijo en una rueda de prensa.

Al mismo tiempo, Martínez pidió al Gobierno la revisión de la propuesta que desencadenó los disturbios, como también ha hecho el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, el general Ernesto González. El Ejecutivo no se ha pronunciado por ahora al respecto.

Martínez dijo que sospecha que en las protestas hubo infiltrados externos que no eran policías y que llevaban el rostro cubierto.

Correa ha apuntado a personas vinculadas con el ex presidente Lucio Gutiérrez como instigadores de la sublevación policial, pero este lo ha negado.

El ministro del Interior, Gustavo Jalkh, señaló que el general Patricio Franco fue designado en reemplazo de Martínez en el cargo de comandante general de la Policía.

En una comparecencia ante la prensa, Jalkh dijo que en los enfrentamientos de ayer murieron un policía, un militar y un civil. Sin embargo, el ministro de asuntos exteriores, Ricardo Patiño, dijo que puede haber un fallecido más.

“Entiendo que hay como 27 heridos y parece que hubiera cuatro muertos, lo cual es muy lamentable”, dijo a la prensa Patiño, tras reunirse con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

En la comparecencia ante la prensa, el nuevo jefe de la policía, pidió al pueblo “que confíe” en los policías, un requerimiento que repitió Jalkh, quien aseguró que la revuelta de ayer la protagonizó “un puñado de insensatos, desquiciados, que actuaron de manera violenta”.

Dijo que durante esa jornada se vivieron “horas oscuras” en la institución policial, en la que se harán depuraciones “con justicia” y no con “purgas ni actos de persecución”.

Al relatar los sucesos del jueves, cuando el jefe de Estado quedó atrapado en un hospital tras la protesta de policías de tropa, Jalkh señaló que en las manifestaciones había “infiltrados” vestidos de policía que manipulaban a la gente. Reiteró que la integridad del jefe de Estado estaba en peligro por lo que idearon mecanismos para rescatarlo.

Mientras, la normalidad volvió ayer lentamente a Quito y Guayaquil, las ciudades donde se registraron los mayores disturbios el jueves, y sus aeropuertos funcionaban con normalidad.

Se mantiene el estado de excepción, cuya declaración puso el jueves en manos de las fuerzas armadas la seguridad interna y externa, y las escuelas del país siguen con las puertas cerradas.

La Plaza Grande, donde está ubicado el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, estaba acordonada por un numeroso contingente de militares, al tiempo que en las calles aledañas se congregaban decenas de seguidores del jefe de Estado.

LUCIO GUTIÉRREZ CRITICA A CORREA
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, “magnificó” una “protesta policial” y “puso en vilo a la comunidad internacional” para “esconder la corrupción” en su Gobierno, afirmó ayer en una entrevista con Efe el ex gobernante de ese país, Lucio Gutiérrez.

Gutiérrez, quien se encuentra en Brasilia como observador de las elecciones del próximo domingo, rechazó “de manera categórica las acusaciones falsas, temerarias y cobardes” de Correa, quien afirmó que personas del entorno del ex presidente azuzaron las protestas de este jueves con el fin de crear el clima para un golpe de Estado.

“No hubo ningún intento de golpe, sino una protesta de policías a los que no les alcanza el salario y que fue usada por el presidente Correa para presentarse como víctima y esconder los escándalos de corrupción” en su Gobierno, afirmó el ex coronel. Dijo que Correa sólo pretende ocultar las denuncias de corrupción.

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